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Volver a la tiendaHace poco menos de un siglo, Paul Valéry advertía que los sueños no son poesía, pues las figuras que se forman al azar no son necesariamente armónicas, pero también armaba que la invasión de la conciencia por las imágenes inesperadas del sueño o de la inspiración repentina sí puede ser la mecha, el impulso hacia la poesía. Es a partir de esa invasión desde donde José Ovejero construye los poemas de Caminar con los ojos vendados.